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GERENCIASIGNIFICATIVA

El Fin Último de la Praxis Educativa es la Transformación Social

El Fin Último de la Praxis Educativa  es la Transformación Social

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD DR. RAFAEL BELLOSO CHACÍN

VICERRECTORADO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO

PROGRAMA: DOCTORADO EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

CÁTEDRA: TEORÍA Y PRAXIS CURRICULAR

 

 

 

El Fin Último de la Praxis Educativa

es la Transformación Social

(UN MODELO INTEGRADOR DE TEORÍAS CURRICULARES)

 


                                                   Autor: Julio Ramón Mejía

                                                   C.I. 3.300.402

                                                   Facilitadora: Dra. Marianella Silva

 

 

Maracaibo, Junio de 2010

 


 

 

Introducción

 

       Desde Franklin Bobbit(1918) hasta la escuela de Frankfurt(1937),  tuvo que pasar mucho tiempo y procesos (no sólo educativos)  en evolución. El currículo como campo de estudio comienza con este hombre, influenciado por Frederick Taylor, Padre de la Administración Científica a comienzos del Siglo XIX. Y es que una de las consideraciones más fuertes que he aprehendido, en este espacio de aprendizaje “Doctorado en Ciencias de la Educación, específicamente en las disciplinas de Epistemología de la Investigación Y Teoría y Praxis Curricular, con las Doctoras Marianella Silva y María Carmona, se relaciona con una verdad: las corrientes filosóficas y los modelos curriculares, se han originado en el medio donde ha surgido un caos para dar paso a una nueva  época; como mínimo, los procesos filosóficos, tales como el Positivismo o los modelos curriculares tal como el modelo sociocrítico, han emergido de un acontecimiento que marcó pauta a nivel mundial; una revolución o una guerra.

       Es así, como Bobbit y otros como Tyler y Taba, representantes del Currículo Tradicional,   respondieron a la necesidad de formar recursos humanos para elevar la productividad  empresarial. Asimismo, Augusto Comte, se convierte en el pensador por excelencia de la Revolución Industrial en Europa y así nace la Sociología y el Positivismo, como Corriente Epistemológica.  Aún después de la II Guerra Mundial, ocurre en Estados Unidos un marcado  crecimiento industrial, que  tiene efecto  en lo económico y en lo político y como resultado, los programas educativos sufren cambios.  Las fuerzas de poder empiezan a influenciar para que los currículos fuesen más  prácticos (utilitarios) y eficientes, pero orientados a la producción de bienes y servicios, es decir de carácter pragmático.

      De allí que, la experiencia me dicta que los modelos curriculares, objeto de estudio en este ensayo, han ido evolucionando desde los intereses particulares de unos pocos, hasta los intereses y necesidades de formación y transformación de las sociedades. Del modelo burocrático de Bobbit hasta Habermas y Horkheimer, todavía permanecen vigentes muchos principios que no están obsoletos en el Siglo XXI. Por ello, mi consideración de que hay que integrar las ventajas comparativas de los diferentes modelos curriculares, si queremos en Venezuela, una Educación Integral, Humanista, Desarrolladora de conocimientos,  Investigativa y Transformadora.

Entonces……. Le pregunté a mi esposa ¿por qué Tyler y Taba no vieron lo que pudo ver Carl Rogers, Montessori, Freire o la Escuela de Frankfurt?

Respondió: porque Dios deja ver las cosas al hombre en su debido momento, el tiempo es de Dios.

 

         “A mis 62 años de edad, en los órdenes personal y profesional, he aprendido que la clave del éxito está en ver el todo en las partes y tener la sabiduría para integrar lo que el hombre mismo ha separado, para regresarlo a su totalidad”.            Julio Mejía(junio, 2010)

 

 

 


 In Memorian……..

 

Cuando estaba redactando este ensayo, 17 de junio de 2010, recibí la lamentable noticia de que mi maestra de Quinto Grado, Haydee Rosales, había fallecido, (allá en el pueblo donde nací, Sabana de Mendoza), a los 86 años de edad.

Fue ella, desde un modelo tradicional, conductista, pero respaldado por su vocación de maestra, quien me indicó el camino………………..

Me dijo: Julio debes irte de este pueblo.

Yo, con 11 años de edad, y muy baja autoestima,  pensé que ella no me quería….

Al contrario, era porque me quería,  que deseaba que viniera a la ciudad a hacerme Doctor.

Siempre estuvo esperando, por 43 años, cada 31 de diciembre que yo le llevara la noticia de que ya era Doctor.

 Creo que comencé muy tarde…pero ella verá hecho realidad su sueño, desde allá a la diestra de Dios Padre.

Gracias mi maestra……………………..    QEPD.

 

 

 

 

El fin último de la Praxis Educativa es la transformación social

       El fin último de la Praxis Educativa es la transformación social; y esa praxis, en sus resultados, ha de ser pertinente, equitativa y de calidad; administrada por cuadros gerenciales, académicos y de apoyo que garanticen la gestión  de los aprendizajes, del conocimiento, la tecnología y, por ende, del talento humano como una vía para convertir esta sociedad venezolana en otra más justa, libre, equitativa y democrática. Para cumplir con estas premisas hay que crear las condiciones políticas, pedagógicas, sociológicas, filosóficas, ecológicas y tecnológicas, que emergen en el contexto cuando se integran los modelos y corrientes pedagógicas que han sido puestas en práctica durante las últimas décadas.

        En ese propósito, más que invertir dinero, se trata de hacerlo realidad, lo cual  previa voluntad política, se hace aplicando Teorías y Praxis Educativas que garanticen  procesos generativos de una educación de carácter humanista, integral, emancipadora y desarrolladora de nuevo conocimiento.  Es oportuno mencionar que el modelo seleccionado por el estado venezolano para llevar a cabo esta misión según lo establecido en el Art, 102 y 103 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela es el Modelo Socio Crítico, basado en la teoría Critica de la Escuela de Frankfort, cuyos representantes más significativos son Habermas, Horkheimer, Marcuse y Adorno. Es un modelo educativo  a través del cual las capacidades y potencialidades cognitivas, procedimentales y actitudinales del educando se desarrollan en contacto con el entorno, es decir, mediante la intervención de la comunidad.

        En términos generales, señala Riesco, M.(1996, que )caracteriza a la “Teoría Crítica” el rechazo por la justificación de la realidad sociohistórica presente por considerarla injusta y opresora (“irracional”), postulando en su lugar, la búsqueda de una nueva realidad más racional y humana.  Habermas, Horkheimer, Adrono y Marcuse definieron a la “Teoría Crítica” como el opuesto a la “Teoría Tradicional”. Para comprender este enfoque es necesario retroceder en el tiempo hasta Platón. Desde una perspectiva platónica, la teoría tradicional puede concebirse como:

1. Pura contemplación (separada de toda praxis)

2. Desinteresada

3. Opera por derivación a partir de principios generales y últimos

4. Presupone identidad e inmediatez (sujeto-objeto) y adecuación (concepto-cosa).

         Estas formas fueron rechazadas por la Escuela de Frankfurt, e incluso rechazaron también a Hegel respecto a su identificación del sujeto-objeto, racional-real, concepto-realidad (teoría de la identidad). En parte, aceptaban cierto irracionalismo en la historia, pero no al punto de Kierkegaard, o de Nietzsche o Bergson: en síntesis, nunca se alejaron de los procedimientos racionales de acceso a la realidad. La racionalidad crítica, se eleva pues, en un punto intermedio entre el idealismo de la razón hegeliano y el irracionalismo. Se trata de una teoría que aspira  denunciar la irracionalidad en la historia y en la sociedad.

        A tales efectos, es necesario centrarse en procesos de investigación social desde la escuela, considerando al educando y demás actores educativos sujetos que aprenden, piensan, sienten, construyen y transforman el sistema o habitat donde conviven; que resuelven problemas, para aprender a transformar. En otras palabras: el hombre transformándose a sí mismo, a través de la educación. Al decir de Enmanuel Kant (1781), el hombre no es más que lo que la educación hace de él; tan sólo a través de ella el hombre puede llegar a ser hombre. De allí que, se puede inferir que Praxis Educativa,  investigación, calidad educativa y transformación son la esencia del hombre mismo, de la infinitud personal que se guarda en el educando para que sea descubierta por el docente. Ellas constituyen una integración sistémica, donde interactúan a favor del mejoramiento de procesos en la organización escolar donde deben funcionar de una manera integrada y dialéctica.

        En este modelo curricular,  se toma como centro al hombre, porque más que depender de los aspectos materiales o físicos, por principio filosófico, la calidad educativa depende de la calidad humana, del desarrollo de las competencias, capacidades, comportamientos, habilidades y destrezas del joven, adolescente o adulto.  Lo infraestructural, en este modelo educativo  es producto de la calitividad humana; que no es más que acción de actores educativos de cada plantel con calidad.

          En consecuencia, para implantar una Praxis Educativa de Calidad, verdaderamente transformadora de conciencias, sembradora de valores, desarrolladora de conocimientos, constructivista y generadora de una sociedad más ética, libre, democrática, pluricultural y esperanzadora, se requiere de una  acción colectiva ejercida por actores educativos (directivos, docentes, alumnos, padres y representantes, actores comunitarios, organismos públicos y privados, entre otros) que actúen desde una actitud esencialmente trascendental, que garantice una educación de calidad que egrese de su seno ciudadanos capaces de valorarse a sí mismos y reconocer a los demás, solidarios y productivos; de pensamiento universal, reflexivo, crítico, estratégico, ergonómico, ecológico y plural.

       Ello amerita, sensibilizar a los dolientes significativos de la educación en cada comunidad con los problemas sociales; asimismo, formar a los docentes para la puesta en práctica de una praxis educativa de carácter investigativa, estratégica, global, que responda a la integralidad, a los procesos transversales, interdisciplinarios y transdisciplinarios, mediante la formación en valores y la construcción del nuevo conocimiento.

      No obstante, la experiencia nos dice que pasar de un modelo tradicional, trasmisor de contenidos, memorístico y repetitivo a un modelo investigativo, constructivista, integral y desarrollador de competencias es  difícil; más aún, si no se cuenta con una plataforma de formación docente permanente y continua que permita mejorar el perfil de los que tienen bajo su responsabilidad formar al nuevo ciudadano, para fundar la Nueva República. Ha faltado voluntad política y formación docente y gerencial.

     En consecuencia, se observa en las escuelas,  un modelo educativo cuya praxis se corresponde con la gerencia directiva y con la educación tradicional. Se está paralizado en un modelo por objetivos y contenidos.  Los docentes actúan como “dadores de clases”, de manera lineal, como diría Tyler o Taba; su acción es de carácter directiva, convirtiendo al educando en un ente pasivo bajo un régimen escolar donde el docente lo sabe todo y el alumno memoriza contenidos. Esta praxis curricular dista mucho de lo que se  espera del modelo sociocrítico que se está tratando de implementar. Por ello, avanzar de un modelo academicista, verbalista, docentecéntrico, a otro donde se forme para la transformación social, es decir, pedagogí crítica para crear conciencia crítica (Paulo Freire, 1974 y Peter McLaren, 2000) es una quimera todavía en nuestro medio educativo. En efecto, Mounier y Maritain, siguen vigentes en nuestras aulas. 

        Sucede, en el acontecer diario de los planteles, que en momentos que creemos que estamos aprendiendo la nueva manera de hacer educación, es decir, la educación integral-tarnsformadora, porque se diseñan proyectos para lograr un producto; pero la Praxis educativa, deja de ser praxis y se convierte en lo que se denomina poiésis, que no es más que resultados hechos productos(ventanas, productos químicos, jabón, maquetas, regalos para el día de las madres, entre otros) que no dejan un aprendizaje significativo, pues la fábrica va por un lado y los contenidos por otro. Los alumnos pintan el salón de clases, pero no aprenden a pensar, o  no aprenden a aprender y  a emprender, pues el docente sigue dictando cátedra.

          En el modelo educativo formulado como Educación Bolivariana o Robinsoniana, está muy lejos de ser sólo eso, productos de un proyecto de aula o de aprendizaje; al contrario, la calidad de la Praxis Educativa debería identificarse, en este caso, con la búsqueda de la trascendencia; con base en la satisfacción de las necesidades, intereses y expectativas de los que acuden a nuestras aulas y las expectativas de transformación social en Venezuela; por otra parte, implica poner en práctica una nueva filosofía: la investigación colectiva como estilo de vida, donde el centro es el alumno; el proceso educativo, debe ser alumnocéntrico, no docentecéntrico. Se trata de una educación problematizadora, para resolver situaciones,  que estimula la formación de una conciencia crítica en los ciudadanos, a través de una Pedagogía Critica que promueven actualmente, Peter McLaren  y Henry  Giroux (2008), una investigación colectiva, desmitificando la ciencia y democratizándola en favor de las clases menos privilegiadas.

         En consecuencia, urge una praxis educativa ejercida por docentes  convencidos  de que los insumos para lograr una educación de calidad transformadora, están en el docente, en el alumno, en el hombre  mismo;  pero que a la vez,  es necesario Integrar las bondades de los diferentes modelos curriculares que han sido puestos en práctica a lo largo de las últimas décadas; pues cada uno de ellos  tiene ventajas implícitas; en efecto; trabajar con el modelo integrador, global, constructivista, no descarta que se tome en cuenta que la educación debe formar para servir a los demás, propio del modelo tradicional. También, el ser humano es conductista por esencia, por lo cual el modelo educativo a imponerse no debe ignorar esa característica en los educandos; el modelo conductista que enfila sus acciones hacia el tecnicismo cuida la especialización en los Politécnicos y en las Escuelas Técnicas del nivel medio, orientada a la empleabilidad del egresado y al desarrollo tecnológico del país.

         Por otra parte, según Cusicanqui, E. (2009) la educación ha de servir para la vida (pragmatismo dentro del conductismo) es un slogan repetido en los intentos bolivarianos por mejorar la educación.  Por lo tanto, Pavlov y Watson seguirán vigentes  por mucho tiempo.  El reforzamiento mismo (Skinner), es una teoría que se aplicará con éxito mientras existan seres humanos capaces de responder a acciones de este tipo.

       Dentro de ese marco, el modelo naturalista (Carl Rogers) frente a la praxis educativa actual, coloca a disposición de los curricultores la libertad de enseñanza, la educación libertaria de Paulo Freire, así como la escuela para la libertad en la libertad de Montessori. ¿Será posible ignorar este modelo en la Educación Bolivariana?. No lo creo, ante todo, cuando las Teorías de Freire  constituyen  soportes filosóficos estratégicos de este diseño curricular. Permite que los jóvenes y adolescentes desarrollen lo bueno de su interioridad, habilidades y  cualidades.

      En el mismo orden de ideas, cabe la siguiente interrogante:  ¿Qué podemos decir del modelo Cognitivo? Que este modelo es pilar fundamental del modelo curricular  actual. Entonces, los educandos han de aprender a reflexionar, a pensar, a prender a aprender y desarrollar sus competencias cognitivas para procesar información, desarrollar su inteligencia desde un nivel simple hasta un nivel de complejidad que le permita leer con acierto la realidad a transformar.  Es este modelo el que propone como estrategia de aprendizaje el constructivismo, donde el alumno construye su propio conocimiento. Es la Teoría del Aprendizaje Significativo de Ausubel Y Vigotsky puesta al servicio del modelo sociocrtitico.  Como lo expresa Padrón, J. (1994), las teorías y corrientes filosóficas, y yo digo que las curriculares también, obedecen a procesos diacrónicos,  que no son supraindividuales, sino que se complementan  unas a otras.

         Ha de ser necesario, entonces, formar a directivos, docentes, discentes y demás actores educativos ubicados en la cadena de valor de la tarea educativa, para que usen estratégicamente su potencial; se redescubran y reinventen. Que sean capaces de aplicar los diversos modelos curriculares, empleando como punta de lanza estratégica, sus experiencias, habilidades, técnicas, conocimientos y valores, para hacer “significativo” y transformador el proceso de aprendizaje.

        Ello requiere, además de motivación, competencias, tales como: proactividad, democracia cognitiva, orientación al logro, autoliderazgo, actitud estratégica, abierto al aprendizaje permanente, capacidad para investigar y procesar información, comprensión del entorno, dominio de tecnologías educativas; y ante todo, competencias básicas, para regalar una sonrisa, dar un cálido apretón de manos, una palabra de aliento, una respuesta oportuna, un abrazo, una atención personalizada a las necesidades e intereses del cliente interno y externo; un rostro entusiasmador en el trabajo, un servicio educativo prestado con desprendimiento, pues la calidad de la educación no es cuestión de dinero, sino de actitud humana; son competencias totalmente gratis; dones que no cuestan dinero extra a la organización  escolar, pero que son menospreciadas por los docentes.

 

 

 

 

 

 

 

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 

-Cusicanqui, E.(2009). Modelos Curriculares. Universidad de La Paz. Bolivia.

-Freire, P.(1974). Pedagogía del Oprimido.

-Giroux, H.(2008). Educación Bolivariana y Pedagogía Crítica. Entrevista. Caracas.

-Padrón, J. (1994). Tendencias de la Investigación Científica. Caracas.

-McLaren, P.(1997). Pedagogía crítica y cultura depredadora. Políticas de oposición en la era posmoderna, Barcelona.

-Riesco, M.(1996), Dialécticas de la Modernidad. Universidad de Chicago. Chicago.

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